La Nueva Era

En esta nueva era de progreso todo va muy rápido, pero lo que no sé es si va hacia delante o hacia atrás. Tenemos cada vez más cosas pero las disfrutamos menos, tenemos más canales de comunicación pero cada vez nos hablamos y nos escuchamos menos, tenemos pisos enormes para no ser mas que dos en la familia, tenemos muchos conocidos pero pocos amigos de verdad, tenemos cada vez más vicios pero no disfrutamos de una charla tranquila con una copa y un amigo, poseemos casi todas las cosa materiales que queremos, pero no valoramos a las personas que tenemos al lado. Nos quejamos demasiado, tenemos mal humor, nos reímos poco, aunque sea de nosotros, humillamos al de al lado para así ser nosotros mejores, sin darnos cuenta que somos mejores cuanto más mejoramos a los que están a nuestro alrededor. Hablamos muchas tonterías pero no tenemos tiempo para hablar con Dios. Lloramos poco de alegría, pero nos alegramos mucho del mal de los demás.
Por qué coño no empezamos a sentirnos vivos para que la vida que hemos perdido vuelva a venir a nosotros, por qué no comernos un trozo de pan con aceite en paz, disfrutando de lo que ganamos y dejamos de engullir comida que está de moda o es más chik porque nos la dan servida, por qué no somos capaces de ver una puesta de sol y emocionarnos con lo que vemos, con la grandeza que nos rodea y que la estamos destrozando. Por qué es tan difícil decirle a los que están a tu lado que los quieres y hacerlo mientras sale del corazón. Muchas veces tenemos lo más importante a nuestro lado y no nos damos cuenta. Intentemos hablar con la persona que siempre nos encontramos en la misma tienda día tras día, a aquel que ves solo cuando vas a tomar café, a aquel que parece más débil sin importarte qué dirá ese supuesto amigo con el que vas. Intentemos arreglar este mundo perfecto que Dios nos dio y que nosotros solos nos estamos encargando de deshumanizarlo. Seamos humanos y entonces observaremos que la cara se mueve y los labios se curvan, es una sonrisa. Por qué no lo intentamos, yo creo que merece la pena y tú. Yo voy a intentarlo.
Fco. José Villar.

lunes, 18 de octubre de 2010

85 años de historia

Hace ya algún tiempo, cuando era sólo un niño (aunque ahora dicen que también lo soy) esperaba con ansia para ver salir esa humilde borriquilla que portaba sobre sus lomos a un hombre maduro con barba al que llamaban Jesús. Mis padres me explicaban que Él era Dios que se había echo hombre para estar con nosotros y que había querido ser pobre para estar cerca de todos. Con el tiempo caí en sus redes y estoy aquí no sobre la borriquilla, pero sí debajo, llevando al Maestro en mi cérvix y sobre todo en mi corazón. Maestro cómo has cambiado, mis antepasados te conocieron así:




Con el paso del tiempo me fuiste cayendo mejor, no sé si era por la borriquilla, o por el gentío que te seguía continuamente, por entonces te representaban todas las hermandades, y un perro pastor alemán iba abriendo paso a la procesión delante de la banda de la O.J.E. Pero claro los ojos de niño iban creciendo y ya te veía de otra forma



Fuera como fuese siempre has ido escoltado y lleno de incienso y cariño aunque sólo fuera por entonces de unos pocos pero los que no faltaba nunca era tu presencia
  
Una nube de incienso limpiaba el aire para esperarte, para limpiar el camino... para la espera de tí, algo nos faltaba, hasta que con el cambio de siglo llegaste tú
No puedo decir otra cosa, nos cautivaste, tus ojos se clavaron en nosotros para decirnos: Bendito el que viene en nombre del Señor.
Y sí que vino la mañana, el olor a azahar, el canto de los pájaros anunciaban que un frío día de diciembre que un bendito día de la Inmaculada, viniste tú limpia de mancha, luz de la mañana, madre celestial

y entonces volví a ser niño,

 he creído que todo era posible, que todo lo que pensemos se puede realizar, pero sólo si estamos juntos si
somos una gran familia

 y amigos contra esto
NO HAY DIABLO QUE NOS GANE



No hay comentarios:

Publicar un comentario