La Nueva Era

En esta nueva era de progreso todo va muy rápido, pero lo que no sé es si va hacia delante o hacia atrás. Tenemos cada vez más cosas pero las disfrutamos menos, tenemos más canales de comunicación pero cada vez nos hablamos y nos escuchamos menos, tenemos pisos enormes para no ser mas que dos en la familia, tenemos muchos conocidos pero pocos amigos de verdad, tenemos cada vez más vicios pero no disfrutamos de una charla tranquila con una copa y un amigo, poseemos casi todas las cosa materiales que queremos, pero no valoramos a las personas que tenemos al lado. Nos quejamos demasiado, tenemos mal humor, nos reímos poco, aunque sea de nosotros, humillamos al de al lado para así ser nosotros mejores, sin darnos cuenta que somos mejores cuanto más mejoramos a los que están a nuestro alrededor. Hablamos muchas tonterías pero no tenemos tiempo para hablar con Dios. Lloramos poco de alegría, pero nos alegramos mucho del mal de los demás.
Por qué coño no empezamos a sentirnos vivos para que la vida que hemos perdido vuelva a venir a nosotros, por qué no comernos un trozo de pan con aceite en paz, disfrutando de lo que ganamos y dejamos de engullir comida que está de moda o es más chik porque nos la dan servida, por qué no somos capaces de ver una puesta de sol y emocionarnos con lo que vemos, con la grandeza que nos rodea y que la estamos destrozando. Por qué es tan difícil decirle a los que están a tu lado que los quieres y hacerlo mientras sale del corazón. Muchas veces tenemos lo más importante a nuestro lado y no nos damos cuenta. Intentemos hablar con la persona que siempre nos encontramos en la misma tienda día tras día, a aquel que ves solo cuando vas a tomar café, a aquel que parece más débil sin importarte qué dirá ese supuesto amigo con el que vas. Intentemos arreglar este mundo perfecto que Dios nos dio y que nosotros solos nos estamos encargando de deshumanizarlo. Seamos humanos y entonces observaremos que la cara se mueve y los labios se curvan, es una sonrisa. Por qué no lo intentamos, yo creo que merece la pena y tú. Yo voy a intentarlo.
Fco. José Villar.

jueves, 4 de noviembre de 2010

¿Qué haría Él?

Tal vez son la cosas que siempre pensamos los creyentes, y que en raras veces tenemos respuesta, en otras atisbamos algo de lo que debe ser la verdad, las solemos ver en cosas tan sencillas como "la sencillez".
Aquellas cosas sencillas o simples pueden decirnos mucho de los demás y de las cosas que simplemente nos interesan. Aquel golpe de suerte, ese flash que a veces nos da y no sabemos por qué... tantas cosas que no sabemos por qué nos vienen y simplemente están. La sencillez, rasgo que Jesús nuestro Señor llevó por donde estuvo tal vez pueda ser la respuesta. Yo mismo en algunas veces lo he observado y ha funcionado. Esas pequeñas cosas que no esperabas que pasasen y han pasado, otras que tras muchos impedimentos y problemas salen adelante como si estuvieran destinadas a eso... nos sé... yo soy limitado y tal vez no muy listo, pero Albert Einstein decía: "Las casualidades no existen, son pequeños milagros de Dios...". Esto lo decía un hombre listo, inteligente, un genio y nosotros pensamos que es mentira. Todos los días hay pequeños milagros que tal vez no llegamos a ver. Esas pequeñas cosas que se nos presentan tal difíciles que pensamos que no puedan salir bien,  y luego salen... Es para dar que pensar.
A veces nos encontramos con gente que cree tener la verdad absoluta sobre las cosas y luego de un tiempo de fascinarnos con ello, vemos que tal vez las cosas no son así, que nada es seguro al cien por cien. ¿Quien de nosotros podría decir que tenemos una verdad absoluta que escapa de todo el saber y que escapa de todo sentir? Yo lo único que tengo así es el Amor, a mi familia, a mis amigos y a todo el montón de gente a la que quiero, ese Amor seguro que está ahí por aquel que todo lo dice, por quien todo lo hace y lo puede, por un buen amigo, por mi Señor.

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